Uno de los mejores testimonios del mudéjar peninsular declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1993. Soberbio y formidable conjunto monástico cuya evolución cultural, científica y artística, lo convirtió en el más concurrido centro de peregrinación del antiguo reino de Castilla. La fachada del santuario fue iniciada durante el priorazgo de Fernando Yáñez de Figueroa (siglo XV), en cuyos extremos se alzan dos torres, la del Reloj a la derecha y la de la portería a la izquierda. En esta portería podemos observar las jambas y el dintel de su portada en las cuales destacan los medallones con el jarrón de azucenas, emblema de la Virgen de Guadalupe y las armas del reino de Castilla. Este santuario y fortaleza a la vez el cual mezcla distintos estilos arquitectónicos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico, los cuales armonizan en un área que cubre más de 20.000 metros cuadrados.

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